El mercado laboral es cada vez más competitivo y la guerra por el talento hace que las organizaciones tengan que buscar metodologías con las que poder diferenciarse y atraer más y mejores candidatos. La Gamificación es una de esas nuevas metodologías originales e innovadoras que, lejos de ser infructuosas, dan muy buenos resultados a través de mecánicas pensadas para entornos lúdicos. Nuestra organización asociada Global Human Consultants ha preparado una “Guía para Recruiters”, en la que se explica qué es la Gamificación, y cómo incorporarla en el entorno empresarial.
A continuación, os presentamos un resumen del artículo entero al que podéis acceder a través de este enlace.
En la selección y contratación de talento, la gamificación es un concepto que hace uso de la teoría, las mecánicas y los diseños de desarrollo de juegos en entornos no lúdicos para generar inmersión y así involucrar e impulsar la motivación de las personas y lograr los objetivos establecidos por la dirección.
A pesar de ser juegos, tratan de ser útiles en ambientes serios. Es por ello que a los juegos dentro del marco de la gamificación se les denomina serious games.
Utilizar el juego en favor del talento humano es una estrategia para atraer a candidatos con perfiles más atractivos, incrementa la creatividad de los participantes ante mecánicas poco usuales y, muy importante, mejora la experiencia del usuario: ¡Todo es mejor si te lo pasas bien!
La gamificación puede ser tanto digital, mediante juegos virtuales dinámicos y sencillos que atraigan la participación de los candidatos; como física, por ejemplo, a través del uso de Scape Rooms, los cuales son una fuente muy interesante de información sobre los posibles roles que puede adoptar cada persona; o los concursos de preguntas y respuestas.
Para dotar de rigurosidad a esta práctica, cada metodología se adapta con el objetivo de ajustarse a la posición que se quiere cubrir, permitiendo una mayor personalización del proceso. Con esto, no solo se consigue un mayor ajuste a las necesidades de cada puesto, también se logra que los candidatos vean reflejadas sus expectativas, con lo que se genera un vínculo con la organización y un mayor sentimiento de pertenencia, una de las metas por las que los profesionales de RRHH trabajan muy duro por conseguir.
Por otro lado, la gamificación suele establecer objetivos de competencia sana a través de la colaboración y el trabajo en equipo, dos factores que influyen positivamente en la creación de espacios de trabajo con buen ambiente laboral y, que inciden en el bienestar de los empleados.
El resultado de todas estas circunstancias se refleja directamente en la cuenta de resultados de la organización, que se verá beneficiada por una mayor satisfacción de los colaboradores.
Un proceso de selección gamificado ofrecerá multitud de ventajas frente al tradicional, tanto a nivel logístico como de fiabilidad y validez. Eso sí, requieren de la intervención de profesionales capacitados para que sean efectivos.
La gamificación es una manera muy efectiva de evaluar a los candidatos en una primera instancia, antes de concertar una entrevista formal. Con un juego, puedes evaluar aptitudes más eficientemente que con cuestionarios que se pueden falsear, replicar, y memorizar.
Con las mecánicas adecuadas, se pueden crear espacios simulados en los que el candidato tenga la oportunidad de experimentar las tareas que deba llevar a cabo mientras hace las funciones propias del puesto de trabajo en caso de ser contratado.
En este ambiente el o la recruiter podrá ver sus habilidades, capacidades y aptitudes en acción, y hacerse una idea de cómo se enfrentará a los retos que se le puedan presentar.
Los procesos de selección clásicos pueden llegar a ser tediosos para los candidatos, especialmente si llevan mucho tiempo buscando empleo. La gamificación rompe con esta monotonía, lo que capta la atención y el interés del candidato, ganando en engagement y employee branding al reclutar de una forma original.
Los procesos gamificados destacarán entre la competencia por ser poco usuales. Es más probable que los candidatos hablen de tu compañía por cómo recluta a sus empleados, ayudando a difundir la cultura corporativa, con lo que la marca se hará más conocida y atraerá a más talento.
En un juego, lo que se evalúa es el desempeño y la actitud frente al problema que hay que resolver, dejando de lado aspecto subjetivos y personales que pueden verse reflejados en sesgos cognitivos que afecten al buen criterio.
De esta manera, nos aseguramos de que el candidato al que seleccionamos posee realmente las mejores cualidades para el puesto.
Con la gamificación en los procesos de selección se eliminan los factores de nervios, tensión y presión que suelen ir de la mano de las entrevistas comunes, lo que permite a los candidatos ofrecer un feedback mucho más realista.
Los juegos en grupo permiten evaluar a más de un candidato a la vez, lo que agiliza el proceso de selección hasta en un 40%, así como aumenta en un 62% la ratio de oferta. En consecuencia, se ahorra tiempo tanto a la empresa como a la persona que se postula al puesto.
Como ya te debes estar suponiendo, todas estas ventajas tienen un precio: dinero y tiempo.
Es importante tener en cuenta que, para aquellas organizaciones que deseen implementar juegos virtuales, deberán invertir en todos los recursos necesarios y, cuanto más complejo sea, más caro será.
Pero no solo de videojuegos se nutre la gamificación. Existen opciones para todos los gustos y presupuestos, solo hay que plantear bien los objetivos que se quieren alcanzar y definir bien la estrategia a través de diferentes medios como: trivials, búsqueda del tesoro, retos de diseño, desafíos de codificación, etc.
Es aquí donde entra el factor tiempo: planear e implementar la gamificación en los procesos de selección requiere identificar las necesidades de cada puesto, idear estrategias que sirvan para evaluar esas necesidades, contactar con profesionales adecuados para el desarrollo de un software específico y, una vez creada la metodología que nos resulte útil, probarla, evaluarla y hacer los reajustes necesarios.
Primero de todo, debemos ser conscientes de que los serious games son eso, serios. Pretenden dar respuesta a las necesidades de las organizaciones a la hora de cubrir puestos vacantes con el mejor talento. Pero serio no implica ser aburrido.
Los juegos que vayamos a implementar deben ajustarse al puesto que se quiere ocupar. Deben estar perfectamente definidos y, para ello, es fundamental contar con una colaboración interdepartamental y así conocer exactamente qué es lo que necesita cada equipo y cuáles son sus objetivos, que estarán alineados con los de la organización.
Por otro lado, los objetivos del juego deben ser exclusivamente profesionales. Deben servir para poder evaluar de forma exhaustiva tanto las hard skills como las soft skills, siempre manteniendo la motivación de los candidatos.
Aunque la gamificación está inspirada en los juegos y sus valores de competición, sobre todo tienen que destacar la importancia del trabajo en equipo y la colaboración entre todos los profesionales para alcanzar metas competitivas y un desarrollo productivo excelente dentro de un buen ambiente laboral.
En el artículo original podréis encontrar casos de éxito que ilustran los beneficios que la Gamificación aporta a los procesos de selección, ayudando tanto a los profesionales como a los candidatos.
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